UCRANIA nos duele porque es el reflejo de lo que no queremos más como humanidad. La guerra es la muerte de muchos por las heridas personales -no sanadas- de unos pocos. Es ego llevado a la barbarie, sin-sentido, sin-conciencia… retroceso. En estos tiempos de caos desbordado, es importante mirarnos a nosotros mismos y limpiar nuestras heridas como sociedad, el cambio si comienza desde lo personal.